Café del mundo/ EL CAFÉ FLORIAN
22/08/2018
Hoy viajamos hasta la Serenísima República de Venecia. Sí, a esa misma, la que fue independiente hasta 1797, porque vamos a conocer un local que abrió sus puertas entonces y que ha funcionado de forma ininterrumpida hasta hoy: el Caffè Florian.
Hablamos del café más antiguo del mundo en uso como tal. No nos referimos a su ubicación, ya que para eso no haría falta ir a Italia. En nuestras propias fronteras, en Sevilla, tenemos “El Rinconcillo”, cuyo edificio data de 1670 y, aunque funcionaba como taberna previamente, no fue hasta 1897 cuando se fundó el establecimiento como lo conocemos.
Pero volvamos a Venecia. En una ubicación excepcional en plena Plaza de San Marcos, bajo los soportales de las Procuradorías, Floriano Francesconi inauguró el 29 de diciembre de 1720 el café “Alla Venezia Trionfante”. Pronto los vecinos empezaron a decir “vamos a Florian” —nombre del propietario en el dialecto veneciano— y pronto pasó a ser conocido así. Tuvo tal éxito entre la alta sociedad veneciana que 30 años después, su propietario dobló el espacio añadiendo dos estancias más.
Este local vivió momentos históricos de la ciudad, como el colapso y desplome del Campanile en 1902 o la gran inundación del Acqua Alta de 1966. Más allá, ha visto la decadencia de la República de Venecia y su fin durante las Guerras Napoleónicas. Ha pertenecido al Imperio austrohúngaro, al Reino lombardo-véneto —osea, igualmente al Imperio austrohúngaro— y al Reino de Italia. Ha visto el ascender y caer la monarquía y el fascismo y ha visto nacer una nueva República. Pero, salvo momentos puntuales, poco tuvo que ver con dichos acontecimientos.
En 1773, Floriano Francesconi murió y la propiedad pasó a su sobrino Valentino Francesconi. Fue él quien cambió el nombre oficialmente a “Caffè Florian” en 1797, tras la caída de la República. A principios del siglo XIX, y ya al frente del negocio la mujer y el hijo de Valentino, empezaron a reunirse allí los patriotas italianos que iniciarían la revolución veneciana de 1848, por la que la ciudad volvió a ser independiente de Austria por un corto periodo de tiempo. El Café tuvo un pequeño papel en esos acontecimientos siendo utilizado como hospital para atender a los heridos.
En 1858 se completa una reforma total que añade otras dos estancias y la decoración que aún perdura hoy. Poco después, en abril de 1895, albergó la primera Exposición Internacional de Arte de Venecia en honor a Humberto III y la reina Margarita. Tuvo renombre desde su mismo inicio y pasó a ser conocido como “la Bienal de Venecia”, que se ha convertido en un evento tan tradicional en la actualidad como el Festival de Cine que se celebra también en la ciudad.